martes, 18 de enero de 2011

Nada puede interrumpir al juego de las sombras


Elvis Mario Portillo Uscamayta (Sicuani 1990)

Pasó su infancia en Puerto Maldonado, interrumpida al entrar al jardín y cambiar las hojas y colores variados por figuras geométricas estándar. En la actualidad cursa estudios de Psicología en la Universidad Andina del Cusco y de Antropología en la Universidad San Antonio Abad del Cusco. Se dedica a hacer poesía en los momentos libres y especialmente en los no – libres.




Una cabeza de tigrillo sobre el estante de libros repleto. La cabeza de un caimán que cuando estuvo vivo pudo dejarle una cicatriz llamativa en el muslo derecho. El visceral recuerdo de una tortuga sin caparazón agitándose en natural agonía. La selva y su calor, Puerto Maldonado, el oro en los dientes de borrachos aguerridos, un padre extendiendo sus brazos, los libros, Nietzche temblando de frío en la mente del pequeño Elvis que miraba el río hacerse ciudad. 

Ahora, ya es 2011. No ha pasado mucho. Un instituto que se auto proclama universidad. Botellas descartables amontonadas a orillas del anti-río y el mismo afán ya antiguo, escribir poemas de sanguínea oscuridad:



FOSA COMÚN

Alimento de luz
pulpa de planetas.

Nadie escucha el lamento de tus llagas
cauterizadas por el calor de los ardorosos cuerpos
gimoteando de rabia o miedo.

Delicia pútrida
entre mi paladar
y entre las bocas secas
te desvaneces fantasma.

Aflora tus manos y tus senos
de los mares de la desesperanza
para sostener y amamantar
a la anciana y a la nueva boca,
siamesas frágiles.

Amor, hija bastarda de la esperanza
tienes la suavidad de una púber anoréxica.
Las maldiciones han muerto en tu boca y
hoy veras renacer la muerte de mañana.

Esas alas en capullos,
libres del aire y del tiempo
aguardan caer.

Sólo eso, caer.




o - O - o

El equilibrio perdió el paso,
la gravedad esta tullida
y entonces habito en la esfera diáfana del alcohol.

Este astronauta esta ciego
y no sabe que pasamos por nebulosas,
que nos serpentean
invadiendo nuestras toxinas.

Aquí nada puede interrumpir al juego de las sombras
y su embestida dimensional.
El reptar del detritus hacia la senda estelar.

(El Cadalso de Caín, blog) 


COPYRIGHT

Deja de mover el cursor sin ningún sentido

deja de creer que los colores de ausencia
serán los semáforos de mi ánimo.

En planos
a cualquier dimensión
sin virus, ni publicidad
ni enlaces invasores
navegando sobre pixeles
que luchan con la estática del segundo cielo,
ese que ya casi perdió el nombre.

Hoy supe que la nada esta patentada
y que el todo es insustancial
en las cucharadas
de bodrio silencio.

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