sábado, 25 de diciembre de 2010

Me basta con tu delicia para conocer tu infinito

"Nací en el último mes del 89. La mujer smog murió de cáncer, poco después me enteré que era mi madre. Caminé por líneas muy finas y a veces he salido pringada. Algunas veces me he permitido ser una imbécil, y otras tantas lo he sido por pura convicción. He buscado otros sistemas, otra filosofía, otra droga, pero siempre he vuelto al mismo in-mundo sueño inquieto.
LENA ORDUÑA
Ahora estoy preparándome para ir a la University y darle una patada a mi test vocacional, tengo 17 y aún sigo pensando que Bukowski podría haberme amado, mientras, espero a la niña-sutileza o en el peor de los casos, un tío loco de barba y polvo, pero con la perfidia exacta. Sobre mi futuro pasado aún no se nada, quizá y termine en New York como una estrella de rock, o mejor aún sentada en alguna callecita del Cusco esperando escribir algún día una biografía importante."

 Pues ella ahora tiene 22, vio explotar una araña en su rostro y a partir de entonces se dedicó a sí misma. Maneja un blog, estudia economía, su poesía a veces incomprensible otras lúcida siempre tiene algo sugerente, Eros hecho ave sobre Thanatos toro, una fiesta de sangre, una fiesta y sangre, Su poesía:

Me basta con tu delicia para conocer tu infinito.
Y tu infinito encarna más que el valor de -siempre- ; vileza.
Y tu infinito es mi traspié.
No soy una espiral y menos un cadáver,
tal vez yo tenga toda la culpa o tal vez no,
de tu fango, tu ira, un desastre.
Pero si mi piel debiera ser matizada,
sería únicamente por tu contenido,
el factor substancial de tu amor.
No por tu poderío ni su potencia.
Si hay algo mal en mí, no es de mi naturaleza,
si hay algo que quieres ver en mí, es pura vacilación.
Y si pierdes la razón, detonas.
Y si tú truenas no me queda más que escapar.

Yo, que te juré mi presencia. 

http://vertigobajolacama.blogspot.com/


TE INVITO AL CIELÖ 
 
  No es el sexo como hecho, sino que soy el deseo; más allá de la esperanza.

Es mi olor promiscuo de resonancia, mi sabor dulzón adicción, mi piel aguda, el lince líquido de mis ojos, mi voz sacudida, lo que convierte mi cuerpo en un piano. Lo que me hace más estelar antes que táctil. Lo que entibia mi sangre hasta arder. Arder en el aire de todos. Y sucumbir al perfecto en mis entrañas, o matarlo de arrebato por mi boca.

Si a eso cariño, le tienes miedo, es porque mi figura te descuadra, mi radiación quema tu iris, mi carne absorbe tus huesos, mi mente te invade y se pierde en tu pecho, porque tiemblo en tu cama, lloro con calma. Te envió al carajo y luego me duermo. Porque el amor no funciona como concepto, ni como amor. Simplemente no funciona.

Ni con el letargo paliducho de la inocencia, de la que hablas, ese crimen de decolorar la benevolencia no existe. Mi piel es lúcida y sabrosa ante el misterio. Mi alma entera está exigida por el hedónico tormento de amar, de gozar, y dejar. El vacío, al vacío.

Y no hablo de velocidad.

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