Dicen que enero es un mes equilibrado. Porque tiene 5 viernes, 5 sábados y 5 lunes. Sin embargo, las personas que aseguran eso, posiblemente, no vivieron el 28 y 29, viernes y sábado, cuando la vida sobrepasó sus límites, podrás decirme exagerado pero así fue, de pronto la convención degeneró en vicio y el vicio fue la cúspide de la vanidad y la vanidad una virtud altamente cotizable. "Queremos corazones, escuchen cerebrutos, queremos CORAZONES DE PLASTILINA, nada duros/ poco sucios/ re programables".
Los ojos frente al público fueron una idea nacida de la paranoia pero purificada por el arte. Ojos que ahora penden sobre la cabeza furiosa del poeta en ebullición. Ojos de hipnótica hermosura que vigilaban el ascenso del verbo a calidad de poesía, ese proceso de transmutación tan peligroso al realizarse a solas debido al miedo del Narciso.
Y esa colección de nombres tan acalorada, llena de matices híbridos, fluyó. Rito anual del desamparo, circo secular de fotos blancas-nunca imaginé vivir un día de ese tipo, antes había visto la poesía pero jamás la sentí usufructo.
Éramos solo ella y la consecuencia natural de oidos, Los Otros, imaginándonos.
Nosotros siendo codificados en palabras.
Palabras siendo calificadas de superiores por aficionados al vértigo.
Un profesional experto en sentirse mal. Otros recibiendo.
Nosotros siendo codificados en palabras.
Palabras siendo calificadas de superiores por aficionados al vértigo.
Un profesional experto en sentirse mal. Otros recibiendo.
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